jueves, 5 de enero de 2023


 

SUISHOU NO FUNE

Suishou No Fume (Japanoise Records, 2005)

Oirako Kurenai – guitarra

Kageo – guitarra

Tail – Batería

Producido por Suishou No Fune

Suishou no Fune (Barco de Cristal) es un banda de Tokio cuyo el núcleo son los dos guitarristas que también intercambian en el puesto de cantantes.

Muy influenciados por Les Rallizes Denudes tanto en sonido como es estética, melena, negro riguroso, gafas de sol omnipresentes. Están más cerca de Shizuka en la búsqueda de atmósferas bellas, tristes y densas, que de las tormentas sonoras de LRD o Futshishua. Pero forman parte de ese estilo de psicodelia tan intrínsecamente japonés.

Este CD con título epónimo es el primer álbum estudio de la banda de Tokio, anteriormente habían autoeditado un CDr con material en directo. El álbum consiste en 5 temas todos ellos con una duración superior a los 10 minutos, llegando a los 18 y pico con “Black Phantom”.

Todas las canciones siguen un proceso orgánico muy similar; empiezan con rasgadas de guitarra, destellos de acordes que flotan mientras unas notas punzantes y frágiles van tomando forma lentamente. Momentos de guitarras limpias se intercalan con momentos densos llenos de distorsión.

“Into The Light” es el título del tema con el que empieza el álbum. Rasgaduras de guitarra lentas que se van entrelazando. Voces, cánticos sin un modelo o forma aparente. Las guitarras dan más intensidad a base de distorsión. No busques solos a lo Deep Purple.

Le sigue “Cherry” con una estructura más definida, más de canción al uso, y más lograda. La banda mantiene durante toda la duración del tema una atmósfera preciosista y delicada.

“ The Blue Bird, Betrayal and Freedom” incorpora batería a la instrumentación lo que aporta una atmósfera más intensa, y mas oscura. Un bajo es el anclaje a las que las improvisaciones de los guitarras. Muy a lo LRD. No tan radicales. Es el tema que define con más claridad el sonido de Suishou no Fume: canciones épicas en expansión llegando a construir un monstruo de distorsión y percusión.

En “A Little Flower” la banda intenta mantener la atmósfera sin romper en caos sonoro. Hay un momento que parece que van a por ello pero se mantienen comedidos para sus estándares.

Acaba el CD con “Black Phantom” donde vuelven a aparcar la batería, usando las guitarras como única instrumentación. Es el tema más expansivo del álbum. Guitarrazos tenebrosos con vuelta a la tranquilidad relativa. Atmósfera muy dramática, hasta tétrica. 

Esta es una música para escuchar tranquilamente en el sofá de casa, no es para ponerlo en el equipo del coche, no es este tipo de viaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario