J. A. CAESAR
KOKKYOU JUNREIKA (Victor, 1973)
Kokkyou Junreika es el
segundo álbum y el más celebrado de la amplia discografía de
J A Caesar, seudónimo que usa el compositor con base en Tokio
Terahara Takaaki, aunque también se ha deletreado J A Seazer.
Takkaki ha estado activo componiendo para varios proyectos teatrales
y cinematográficos desde de los setentas.
La música que contiene el álbum es una mezcla de rock
progresivo, música tradicional japonesa de teatro, y música zeuhl.
La grabación original del álbum duraba unas cinco horas pero la
discográfica, Victor, exigió que se redujera a la duración de un
LP. Por lo que Kokkyou Junreika se
puede considerar un “Lo Mejor de” de esas grabaciones con un
resultado majestuoso, lleno de cánticos imperecederos, mantras
budistas, invocaciones celestiales y guitarra de fuzz apuntalada por
los drones del órgano eléctrico de Caesar y las sobrecogedoras
voces femeninas de Yoko Ran, Keiko Shinko y Seigo Showa.
En Kokkyou Junreika
podemos encontrar dos tipos de composiciones: 5 temas de orientación
anglosajona de rock psicodélico y proto-metal donde se encuentran
las influencias de bandas como Pink Floyd, Black Sabbath o King
Crimson, y cuatro temas más largos que se acercan más al krautrock
y a la música Zeuhl de Magma.
El primer corte del CD es “Echigo Tsutsuishi Oyashirazu”, un rock
rock progresivo que resulta un cruce entre Black Sabbath y King
Crinsom. Sigue “Tenshoutan” que entra con un suave coro épico
acompañado de una flauta y una voz femenina recitando en japonés.
Hacia los dos minutos se cambian la flauta por la guitarra bajo y
batería, un rock progresivo en la onda de unos King Crimson. Con
“Haha Koishiva Sangoshou” vuelven al rock duro, metal a lo Black
Sabbath, pero le falta consistencia. Como un cocido en donde la salsa
esta demasiada aguada. “Kyoujo Bushi” es un instrumental con un
órgano que recuerda a los Pink Floyd de la era A Saucerful of
Secrets. Hay unos cánticos y voces femeninas que crean una
atmósfera dionisíaca. Con “Eimei Shihen” siguen bajo las
influencias psicodélicas de Pink Floyd de la era inmediatamente
post-Barret. Hay una voz que grita en japonés que desconcierta,
dando al tema una atmósfera de inquietud y suspense.
Con “Wasan” J.A. Caesar da paso a las composiciones más
atmosféricas y extasiadas del álbum. “Wasan” es un tema épico
que va en progresión. cantos celestiales y extasiados, atmósfera en
crescendo acabando en un puro frenesí. Realmente sublime. Sigue
“Jinriki Kikiuki No Tmae No Enzetsu Souan”, una composición que
empieza con una voz mencionando los países en inglés de una manera
fría, como en la presentaciones de unos juegos olímpicos, para
luego entrar una voz masculina en japonés que va en crescendo
musical y coral pero la voz mencionando los países continua creando
una atmósfera entre inquietante y de éxtasis. Para mi el tema más
preciosista y logrado del álbum. Mucha belleza. “Minkan Iryou
Jutsu” el tema más largo del álbum con mas de 11 minutos de
duración. Aquí nos encontramos ante una suite experimental y
atmosférica que empieza con un ritmo suave de bajo y batería,
entrando después un órgano a hurtadillas y lo mismo pasa con unas
voces féminas un rato después. Un tema con una atmósfera de
suspense y hasta algo fantasmal. El álbum lo cierra “Ootori No
Kury Hi”, otra composición de cánticos celestiales y extasiados
con atmósferas en crescendo y recordando a la música zeuhl de
Magma. Y otro de los momentos mágicos del álbum.
Kokkyou Junreika es un álbum que tiene momentos brillantes.
No convencerá a los más aferrados a los tres acordes pero para
aquellos que gusten de música épica y atmosférica a lo krautrock y
Magma será todo un deleite.
Muchas gracias, soy super admiradora de este nipón. Ese álbum es una obra maestra! gracias por el análisis.
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