JAPANOISE: MUSIC AT THE
EDGE OF CIRCULATION
por
DAVID NOVAK
DAVID NOVAK
Dudo mucho que este libro llegue a las estanterías en
castellano, así que aquellos que no dominen el idioma de Obama, ya
pueden hacerse de un buen diccionario. Que sea la editorial de la
universidad de Duke la que lo publica indica que tampoco lo van a
colocar en demasiadas librerías anglosajonas. Pero una de las buenas
cosas del Internet es que pillar ese disco de edición diminuta, ese
libro que solo lo leerán tres gatos o aquellos calzoncillos que
viste a un guiri en Benidorm están al alcance de un ratón y su
correspondiente tarjeta de crédito. Y hay que decir que aquellos que
estén interesados en noise, no se pueden perder Japanoise: Music
At The Edge Of Circulation. Un libro que se centra en el noise
japo puro, y duro. Las bandas en que Novak se centra no hacen música,
ni rock sobreamplificado, es noise extremo. Solo se menciona de
pasada a alguna gente en la órbita de P.S.F. Records, por ejemplo
Fushitsusha o Ghost, pero el centro el meollo son gente como Masonna,
Hijokaidan o Hanatarashi. “Noisicians” (así es como Novak les
llama) que con un equipo muy modificado y un pedal de guitarra,
atronaban en garitos underground de las metrópolis japonesas
produciendo constantemente cassettes que hasta seguidores del
fenómeno tan enviciados como Thurston Moore tenían problemas en
seguir.
En Japanoise: Music At The Edge Of Circulation Novak
empieza considerando el creciente interés que ha habido en el noise
en los últimos 30 años y se centra en las iniciales incursiones de
los músicos experimentales japoneses en las grandes urbes niponas
durante los ochentas. De acuerdo con el autor “Japa-Noise' fue el
resultado el intercambio entre dos áreas en particular, Japón y
América, esta última donde de hecho surge el género. En los dos
primeros capítulos el autor nos introduce su investigación
etnográfica, hablándonos de los lugares donde se hacían
actuaciones y de las tiendas de discos donde se distribuía. Los
capítulos 3 y 4 tratan sobre la circulación de las grabaciones
noise, sobre su clasificación y de los espacios donde se consumía
el Japanoise, primeramente a través de la tradición japonesa del
café de jazz (jazu-kissa), donde Novak argumenta que la escucha de
noise en cafés fue una reacción contra aquella élite de
“entendidos” que evocaban los jazu-kissas, y después como un
discurso del género. De acuerdo con Novak, el noise es un expresión
antagonista cultural que utiliza el feedback como medio. En el
capítulo 5 se utiliza el feedback para ensalzar la subjetividad del
“noisician”. En el capítulo 6 Novak revela una compleja relación
con la modernidad japonesa, con sus experiencias incrustadas de
excesos, traumas, y el tecno-capitalismo. El capítulo 7 Novak
examina la relación entre la cultura underground del cassette y la
lógica cultural del noise. Un capítulo que por si solo vale la pena
pagar los aproximadamente 15 euracos que me costó el libro.
Intercaladas entre el texto hay numerosas fotos en B/N
de “noisicians” así como de sus equipos, e incluso un revelador
mapa de garitos noise en el Manhattan de los ochenta. Ideal para una
ruta turística la próxima vez que visites la Gran Manzana, aunque
dudo muchísimo que quede rastro de alguno.
Me parece increíble el libro, pero tengo algunas dificultades con el ingles. Sueño con una traducción, hasta ahora, si no fuera por el libro Rokku una historia del rock japones, no hubiera conocido el genero. Muy buen blog!
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